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Medicina de familia

Salud mental

La salud mental es un aspecto crucial del bienestar general que se aborda ampliamente en un centro de salud. Los médicos de familia desempeñan un papel vital en la identificación, tratamiento y seguimiento de trastornos mentales como la depresión, la ansiedad y el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH). A continuación, se ofrece un resumen detallado de estos trastornos.

Depresión

La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por una sensación persistente de tristeza, pérdida de interés o placer en las actividades cotidianas, y una variedad de síntomas emocionales y físicos que afectan la vida diaria.

La depresión implica un desequilibrio químico en el cerebro que afecta la regulación del humor. Los síntomas incluyen tristeza persistente, fatiga, cambios en el apetito, dificultades para dormir, sentimientos de inutilidad o culpa, dificultad para concentrarse y pensamientos de muerte o suicidio en casos graves.

– Trastorno depresivo mayor: Episodios de depresión severa que duran al menos dos semanas y pueden repetirse a lo largo de la vida.

– Trastorno distímico (depresión persistente): Una forma más leve pero crónica de depresión que dura al menos dos años.

– Trastorno afectivo estacional: Depresión que ocurre en ciertas épocas del año, generalmente en invierno, cuando la luz solar es limitada.

– Aliviar los síntomas de la depresión y mejorar el bienestar emocional.

– Prevenir la recurrencia de episodios depresivos.

– Restaurar la capacidad funcional y mejorar la calidad de vida del paciente.

Ansiedad

La ansiedad es una respuesta natural del cuerpo al estrés, pero cuando es excesiva y persistente, puede convertirse en un trastorno que interfiere con la vida diaria.

El trastorno de ansiedad se caracteriza por una preocupación y miedo excesivos ante situaciones cotidianas. Los síntomas pueden incluir nerviosismo, inquietud, fatiga, dificultad para concentrarse, irritabilidad, y síntomas físicos como palpitaciones, sudoración, y problemas gastrointestinales.

– Trastorno de ansiedad generalizada (TAG): Ansiedad excesiva y preocupación por diversas actividades y eventos, que persiste durante al menos seis meses.

– Trastorno de pánico: Episodios repentinos de miedo intenso (ataques de pánico) que incluyen síntomas físicos severos como dolor en el pecho y dificultad para respirar.

– Fobias específicas: Miedo intenso e irracional a un objeto o situación específica, como alturas o animales.

– Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC): Caracterizado por pensamientos intrusivos (obsesiones) y conductas repetitivas (compulsiones) destinadas a reducir la ansiedad.

– El tratamiento de la ansiedad suele combinar medicación (ansiolíticos o antidepresivos) y terapia cognitivo-conductual, con un enfoque a largo plazo para prevenir recaídas. El tratamiento puede durar de varios meses a varios años, dependiendo de la respuesta del paciente y la cronicidad del trastorno.

 

– Reducir la ansiedad y los síntomas asociados.

– Mejorar la capacidad del paciente para enfrentar situaciones estresantes.

– Restaurar la funcionalidad y mejorar la calidad de vida

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

El TDAH es un trastorno neuropsiquiátrico que afecta la atención, el control de impulsos y el nivel de actividad. Aunque a menudo se diagnostica en la infancia, también puede persistir en la edad adulta.

El TDAH se caracteriza por patrones persistentes de inatención, hiperactividad y/o impulsividad que interfieren con el funcionamiento o el desarrollo. Los síntomas incluyen dificultad para concentrarse, olvidos frecuentes, inquietud, dificultad para seguir instrucciones, y comportamientos impulsivos.

– TDAH predominantemente inatento: Caracterizado por dificultad para mantener la atención, tendencia a la distracción y olvidos.

– TDAH predominantemente hiperactivo/impulsivo: Caracterizado por hiperactividad, cómo moverse constantemente o hablar excesivamente, e impulsividad, como interrumpir a los demás o actuar sin pensar.

– TDAH combinado: Es la forma más común y combina síntomas tanto de inatención como de hiperactividad/impulsividad.

– Mejorar la atención y reducir la hiperactividad/impulsividad.

– Ayudar al paciente a desarrollar habilidades de afrontamiento y adaptativas.

– Mejorar el rendimiento académico y las relaciones interpersonales.

Importancia del Seguimiento en Medicina de Familia

El seguimiento en medicina de familia es esencial para:

– Monitorear la respuesta al tratamiento: Evaluar la efectividad de los tratamientos farmacológicos y psicológicos, y realizar ajustes según sea necesario.

– Apoyo emocional continuo: Ofrecer un espacio seguro para que los pacientes discutan sus progresos y dificultades, fortaleciendo su adherencia al tratamiento.

– Educación y prevención: Educar a los pacientes sobre su trastorno, la importancia del tratamiento continuo, y las estrategias para manejar los síntomas, reduciendo el riesgo de recaídas o complicaciones.

– Enfoque multidisciplinario: Coordinar con otros profesionales de la salud mental, como psicólogos y psiquiatras, para asegurar un tratamiento integral y efectivo.

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